02 - Todo comenzó

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Habían pasado dos semanas ya desde que empecé el curso de ingreso. Fue rara y algo divertida la primer clase. Remontemonos una semana atrás.

Luego de llegar a la entrada de la facultad no sabia a donde debía de cursar. Fui preguntando algo agitada y acalorada ya. Era septiembre y aún no había comenzado ni si quiera la primavera pero el día fue muy caluroso. Sobretodo en la tarde. Eso era algo que yo detestaba. Si amigos no men gusta el calor de la primavera y ni hablar del verano.

En fin, termine llegando a fotocopiadora cuando me crucé con una chica en la misma situación que yo. Logramos ubicar el salón. Estaba repleto y ya había empezado a explicar el profesor. Al parecer iba a ser muy acelerado el curso. Me senté junto a Maria, así se llamaba aquella chica. Parecía muy simpática.

Dos horas después, nos íbamos. Eran las 20 hs, cuando íbamos charlando y se nos acercó otra chica, Ivanna se llamaba. Nos presentamos y nos fuimos. Ivanna viajaba en tren igual que yo lo cual me gusto, así tendría compañía. Pudimos entablar una conversación, típica de dos personas que recién se conocen.

A la semana siguiente se sumaron dos personas, ambas mujeres. Carolina y Vanesa. Eran agradables todas. Me sentí a gusto con ellas. El día de hoy estoy más cercana a Maria y Vanesa. Somos muy buenas amigas. Con Ivanna y Caro hablamos pero es díficil concretar una reunión.

Todo marchaba bien. Pero a mitad del ingreso todo empezó a complicarse. No podía manejar mis tiempos entre la facultad y el colegio.

Ya estábamos a inicios de Octubre. El calor subía. Y lo odiaba. Se me complicó el curso así que termine pidiendo algo de ayuda a mi primo que ya se encontraba a mitad de la carrera en esa facultad.

Cuando me había decidido al fin a ir a su casa, me encontré con varios autos en la entrada de su casa, me acerqué por la ventana y ahí estaba él con un par de sus compañeros terminando un trabajo al parecer. No pude tocar la puerta y decidí irme pero cuando estaba haciéndolo se abrió la puerta de la casa de mi primo, Fernando.

-Hola! Qué haces por aqui a estas horas? Dijo preocupado, al parecer se sorprendió ya que era tarde. Cuando iba a contestarle vi como alguien venía hacia la puerta con prisa. Era uno de sus compañeros. Nos pidió disculpas y se fue. No pude dejar de mirarlo. Era como un imán atrayendome hacia él. No entendía el porque no dejaba de hacerlo.

Después de que se fue, yo terminé entrando. Fer me presentó a sus amigos. Y bueno ahi empecé a consultarle. Todos me ayudaban. Eran muy agradables. Cuando me di cuenta ya era casi medianoche. Fer se ofreció a llevarme a casa, pero no quise molestarlo, ya suficiente habia hecho por mi, asi que le dije que me iría sola. Se negó y con uno de sus amigos, que se quedaría a dormir, me acompaño a tomar un auto.

Esa noche, luego de acostarme cansada, reí por los comentarios de sus amigos de Fer, eran muy agradables. Y empecé a preguntarme si encontraría gente parecidas a ellos. Sin más decir caí dormida.

Pasaron dos meses desde el día que empecé el curso. Estabamos a mediados de Noviembre, con mucho más calor.

Era viernes 16, no me había percatado de que estaba lloviendo, esa noche decidí salir mucho antes de clases así me iba temprano ya que había sido cansador. Así que me fui 30 minutos antes, pero al ver cuanto llovía y yo sin paraguas, decidí esperar a que pasará un poco. Pero no cesaba, así que decidí salir igual y irme a la estación de tren.

En realidad no me importa mojarme, es una de las cosas que más placer me da, caminar bajo la lluvia, es algo fabuloso, al menos eso creo yo.

Iba tranquila caminando lentamente y a la vez rápido ya que no deseaba perder el tren. En ese instante escucho una bocina, no le presté atención creí que era por el semáforo pero no, era para mí. Me di media vuelta a ver quien era, y ahí estaba mi primo en un auto llamandome para que me fuera con él. Me acerqué y me dijo

- Sube que sino terminarás enfermandote.

No quería hacerlo, ya que el auto no era suyo y yo estaba totalmente mojada, no deseaba mojarle el asiento trasero. En ese momento cuando iba a contestarle, escuché a una voz de tono grave diciendome

-No hay ningún problema por el asiento, sube tranquila. Me decía esa voz de forma dulce, serena, una voz muy agradable. Sin quejarme ni decir nada subí. Fer como siempre empezó a preguntarme que de donde venía, que hacía sola y peor aún caminando bajo esa lluvia. Estaba por contestarle y aquel chico irrumpió.

- Dejala de bombandear con tantas preguntas Fer. Sonrió luego, al ver esa sonrisa me sonrojé de inmediato. Y siguió.

- Disculpa aquí tu primo no nos va presentar al parecer. Me dijo sonriendo, no podía creer ver eso. Era hemosa, simplemente hermosa esa sonrisa. Al verlo te trasmitía calidez.

- Me llamó Bruno, soy amigo y compañero de carrera de Fer. Mucho gusto. Dijo y sonrió interrumpiendo mis pensamientos. Fue en ese entonces cuando recordé aquella noche que él salía de casa de Fer apresurado. Su voz sonaba más dulce todavía cuando se lo tenía cerca. Mi primo me dío su campera para que pudiera ponermela. Habían pasado minutos sin darme cuenta, y recién pude contestarle.

- Yo soy Pamela, el gusto es mío, y muchas gracias por dejarme subirme al auto. Dije. Ambos se rieron, yo no entendía cual era la gracia ¿Acaso se reían de mi?

- Pensamos que te habías congelado, menos mal que hablaste . Me dijo Bruno mientras seguían riendo.

Paso el tiempo, cuando escuche que me llamaban, era Bruno despertándome, avisandome que habiamos llegado. Les agradecí, me despedí y sali lo más rápido que pude y entré a casa.

Esa noche, antes de dormirme recordé su rostro. Esos rulos alborotados, esos ojos que por la oscuridad no pude definir bien el color, y su voz dulce y serena. Fue con esa imagen que termine durmiendo.

Y hoy puedo decir que fue ahí donde todo comenzó.

~ Contigo me fui ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora