CAPÍTULO 2

174 6 1
                                    

El sol salió esa mañana y el primer rayo molesto entro por la ventana. Se me había olvidado bajar la cortina. Abrí mis ojos y no tarde estirar mi cuerpo para sacar esa fiaca con la que quedo siempre. Me senté de un lado de la cama y me revolví el pelo. Era demasiado temprano para mí, pero increíblemente no tenia sueño. Agarre mi móvil y espíe la hora, el reloj se había movido lentamente dando recién las 10:00 AM. Salí de la habitación para ir al baño y mi madre justo pasaba con unos tallones para dejarlos en el armario. Me miro asustada y dijo.

- Buenos días. ¿A qué se debe? - Preguntó

- Que cosa - Respondí y seguí de largo. Mi madre se echo a reír

- Ha, vino Brad a buscarte. Parecía algo trasnochado. Dijo que cuando te despiertes lo llames - dijo mi madre mientras seguía acomodando - ha, y dile que se duche alguna vez.

Eche a reír porque tenía razón, ese chico se bañaba muy poco, ya le he dicho muchas veces.

En cambio Colin anoche olía tan bien, hasta en su pelo te dabas cuenta.

Oh no, volví a pensar en el, decía por dentro, y me agarraba la cabeza. Tenía que evitar todo eso.

Me asome por la ventana y vi que el cielo estaba cubierto de nubes. Tome una campera negra de cuero, tome un jean y camine hasta llegar a una pila de ropa que había sobre una silla, de ahí saque un gorrito y me lo guarde en el bolsillo.

Baje con toda prisa por la escalera y llegue hasta la cocina, donde mi padre estaba tomando su café y mi madre lo acompañaba con la plática. Me prepare uno y ya estaba preparada para salir a dar una vuelta.

No deje pasar más tiempo, ya había estado mucho tiempo encerrada. Llame a Brad y le dije que se apresurara. No tardo mucho tiempo y la bocina de su carro sonó, sin despedirme salí de prisa y ahí estaba el con su carro blanco y la música al tope. En la parte de atrás estaba Cris y Cara, unos amigos que hace varios años están de novios.

Encendió el motor que rugía como una fiera, baje el vidrio de mi lado y saque una parte de mi brazo por la ventanilla. Echamos a andar y Cris no tardo un segundo en destapar una cerveza que tenía en su mano y le echamos unos tragos todos, gritando y cantando las canciones que escuchábamos como si estuviéramos en la fiesta más alocada que jamás hayamos ido. Brad me miro fijamente y mientras manejaba a toda velocidad me beso con una intensidad que me hizo reír. Los otros dos estaban besándose hasta más no poder, habían usado el asiento de atrás como cama.

- ¿y tú? - me pregunto Brad.

- Aquí estoy. - le dije y le di un trago mas a la cerveza.

- Anoche tuvimos una fiesta en lo de Marshal. Te llamamos muchas veces, ¿no lees los mensajes?

- Me quise acostar temprano, estaba muy cansada. - le conteste sobrando.

- Escucharon - Grito mirando hacia atrás. - Linda se acostó temprano anoche, no quiso salir con nosotros. - decía mientras se reía burlándose. Lo mire de lado y me quede mirando por la ventana.

- ¡Cállate! - exclame. - Pase todo el día haciendo otras cosas mientras vos dormías. - Cris y Cara se comenzaron a reír.

- Claro, seguramente. - dijo sobrando la discusión. - Esta noche vamos al lago todo, ¿te vas a dormir o vienes con nosotros?

- Si - conteste y otro sorbo más largo le eche.

- Te amo - dijo besándome y conduciendo.

- Igual yo.

- Bebe, alcanza me los cigarrillos que están en la guantera y enciende uno. - Saque la etiqueta y Prendí dos, le entregue uno a él y comencé a fumar.

Un contrato de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora