Capítulo 1

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Siempre, desde pequeño me han enseñado todo lo necesario para ser un guerrero, para ser honorable y ante todo, honrar a mi familia, pero todo eso cambió cuándo todo por lo que creía correcto se fue a pique cuando mi padre fue atacado por aquel batallón al que tanto admiraba. Desde entonces, mi familia y yo vivimos apartados de las aldeas y ciudades, aislados de cualquier comunicación y con trampas para tener que evitar salir a cazar o para no tener encuentros inesperados con forasteros que pasen por el lugar.

Una vez al mes bajamos al poblado en busca de provisiones que no podemos recurrir desde nuestro hogar, y las intercambiamos por aquellas cosas que no podemos utilizar. Así pues y por primera vez desde que abandonamos aquel lugar, partí con mi padre en busca de la aldea, los caminos eran estrechos, aunque poco a poco se iban ensanchando pues cada vez pasaba mas gente por aquellos pasajes.

Al llegar nada era como recordaba, la aldea próspera que dejé cuándo era un crio ya no existía y ahora reinaba un ambiente turbulento y frío, además, la población estaba muy por debajo que la última vez que vino mi padre, mencionado por él mismo al poco de llegar.

Al llegar al comerciante y dejar que mi padre intercambiara todo lo recolectado durante el mes, decidí dar una vuelta y buscar algo que permaneciera de la antigua aldea, toda mi infancia había sido recorrida por estas calles, y el mas mínimo detalle me reconfortaría como jamás lo ha hecho nada; las calles eran oscuras y aunque no era una aldea demasiado grande, había mucha gente mendigando. Justo al doblar la segunda esquina allí estaba, era una casa de piedra, de dos o tres plantas, tenia unos ventanales enormes y unas vidrieras que impactaban sólo con verlas, y a cada lado de la puerta, unas estatuas custodiaban la enorme puerta que ostentaba la casa. La casa pertenecía al Barón Paladio, al que nunca llegué a conocer, pero dicen que fue quien trajo toda la prosperidad a esta aldea y a todas las de alrededor. Ahora estaba prácticamente abandonada, y nadie sabía que había sido de el, desapareció de un día para otro.

De repente,un fornido hombre me gritó desde lo lejos preguntándome que por qué iba sólo en estos parajes ya que no es lugar para niños, vino hacia mi y me acompañó hasta una casa cercana.

-¿Cómo te llamas hijo? Preguntó

-Me llamo Addy señor, acompaño a mi padre en busca de provisiones- le dije con voz algo asustada.

-¿No sabes que hay gente de la que no se puede fiar uno, chaval? Contestó mientras entonaba una sonrisa y se levantaba viniendo hacia mí

En ese preciso instante salí corriendo pero me cogió entre sus brazos y salimos de la casa, yo intentaba liberarme de esa bestia pero mis golpes e intento caían en desgracia pese a mis innumerables intentos de escaparme, a las dos calles ya estaba agotado, habíamos hecho un largo trecho y yo ya no podía mas.

Al rato me di cuenta de que llegábamos al puesto de comerciantes, veía que el hombre hablaba con algunos en una lengua que no entendía, me miraban y a continuación seguían hablando, como si quisieran comerciar conmigo, pero que finalmente no quedaba en nada

Vi a mi padre a lo lejos y empecé a gritar tan fuerte como pude, ya que no sabia que estaba pasando.

Mi padre alzó la vista y me miró, sonrió y vino hacia nosotros. Entonces el hombre me soltó con cuidado y con fuerza le dio un abrazo a mi padre. No sabia que estaba pasando, pero es de suponer que se conocían de antaño, antes de que tuviera memoria.

-Adán, ven aquí, voy a presentarte a Bogdan, eran como mi guardaespaldas cuando entramos en la milicia, me salvó varias veces la vida. Dijo mi padre mirándome

-Tampoco fue para tanto, ya que tu en muchas ocasiones me la salvaste a mi, y si no llega a ser por tus trueques no se que habría sido de mi.

Tras eso, Bogdan fijó su mirada en mi y me dijo:

-Así que tu eres el famoso Adán eh? Aunque acostumbres a usar Addy, al presentarte a desconocidos, siempre debes usar el nombre completo, o puedes meterte en líos. Como has crecido! Cuanto medirás, al menos 6 pies! La verdad es que ya estas hecho todo un hombre!

Decidimos pasar la noche allí justo antes de partir de nuevo a casa, Bogdan nos ofreció su casa para pasar la noche y allí me encontraba, sentado en la mesa, totalmente despeinado y casi sin poder tenerme en pie.

A la mañana siguiente nos despertamos temprano para partir y llegar lo mas pronto posible a casa, ya que nunca se quedaba mi padre en la aldea a dormir y no queríamos preocupar innecesariamente a nadie. Así pues cogimos todas nuestras cosas y partimos de vuelta a casa.

Al llegar algunas de las trampas habían sido usadas, paramos para recoger nuestra valiosa caza, un par de conejos y poca cosa mas, nuestro asombro recorrió cada centímetro de nuestro cuerpo al ver que en una de las trampas había un cadáver, camino por el cual solo conlleva a nuestro hogar, partimos de inmediato hacia allí en busca de que todo el mundo estuviera bien, al llegar solo vimos todo revuelto pero no había nadie....no había rastro de mi madre, mis dos hermanas ni de mi hermano. Miré a mi padre y estaba igual de atónito que yo, no sabíamos donde estaban ni que había ocurrido.

El Corazón de la doncella (The Heart of the Maiden)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora