Pensamientos Personales

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—Sin lugar a dudas uno de los sentimientos más difíciles de enfrentar, es la incertidumbre del no saber qué pasará mañana —

Nacimos en un mundo donde la curiosidad es el elemento principal, desde cuando aun somos muy pequeñitos, y crecemos forjando una habilidad personal para solucionar cosas. Todo aquel que ha tenido hijos, mira atrás y recuerda como entretenías a tu pequeño, le dabas una caja pequeña, cerrada, con algo adentro, y el pequeño se entretenía tratando de saber que había adentro. Lo que es cierto es que desde el comienzo de nuestra vida, partimos buscando respuestas, desafiando interrogantes, cuestionando el funcionamiento de las cosas y haciendo preguntas sobre la vida.

Ahora, nadie nunca piensa que enseñarle a un niño a aceptar y no buscar respuestas pudiera ser lógico, no, porque buscamos motivar el desarrollo del, que aspire a más, a crecer, a evolucionar, a encontrar las respuestas a todo lo que le inquieta. ¿Pero qué pasa cuando en algún momento en la vida, se buscan esas respuestas y no se encuentran? ¿Y en cambio lo único que se encuentra es más incertidumbre y desespero? Uno se siente traicionado por todos, desamparado por tus creencias, y abandonado por el sentido de la vida.

Qué tan distinto fuera todo, si lo qué aprendiéramos fuera a no indagar, no buscar, no esperar, y solo aprendiéramos a vivir, sí, a vivir el momento, a disfrutar ese minuto de vida, sin preguntas, ni respuestas, solo a ser un observador de las maravillas que este mundo nos entrega a diario. Seria eso que no tenemos, sería un mundo pasivo, un mundo en donde no cuestionaríamos el por qué de las cosas, y respetaríamos el curso de la vida como tal.

Como en todos mis pensamientos, siempre hablo de mí y mi opinión personal, de cómo veo las cosas, y cómo la vida me ha tocado, y es posible que hablar de esto, en realidad podría ayudar a otras personas, que es la verdadera intención. Personalmente he aprendido que la vida es una misión muy especial, y es diferente para cada persona. Todos vamos a experimentar el dolor y la alegría en algún momento de la vida, no importa cómo se llega a nosotros, pero lo que vamos a aprender de ella.

El dolor, ese "algo" que está constantemente presionando en el centro de tu ser, puede causar heridas que para muchos, nunca se cierran, es que algo, que hace la vida tan pesado y cansado, -pero el dolor no es para siempre -, podemos dejar el dolor atrás. Nosotros somos los que sigue aferrándose al dolor y el sufrimiento, y no queremos dejarlos ir, sin embargo, la felicidad es algo que no podemos mantener por mucho tiempo, cuando sucede, llegar a ser difícil para nosotros mantener los recuerdos de estos buenos momentos de felicidad en nuestras mentes, por lo que nos olvidamos de ellos muy rápidamente.

¿No sería una vida más armoniosa si las penas y las amarguras las sacáramos de nuestra memoria y a cambio de eso reviviéramos cada momento alegre, y lo tomáramos como pilar para nuestra existencia? Pero es una tendencia difícil de adoptar, debes estar consciente de lo que quieres en la vida, de cómo la quieres vivir y lo que es más, de cómo ésta funciona. Todo es como un círculo, para cada uno de nosotros y todos en uno a la vez. Todo aquello que brota de nosotros, sale y avanza dentro de ese mismo circulo, siempre hacia adelante, siguiendo la línea del mismo circulo. ¿Pero dónde termina esta línea? ¿Entiendes dónde termina? Estas en lo correcto, termina nuevamente en ti.

Nuestras penas y sufrimiento solo generan más penas y sufrimientos, así como las palabras que uno dice sin pensar, traen consecuencias que no consideramos. Las alegrías también traen más alegrías, porque estar recordando y pensando en cosas buenas genera más sentimientos de este tipo, lo que nos lleva a un estado de paz interior.

Cada día tengo la opción de pensar en un centenar de cosas malas, situaciones adversas, penas y sufrimientos, en cambio he aprendido que puedo cambiar el curso del destino, aunque sea solo por un instante, en ese momento en que se tiene la posibilidad de elegir, es ahí donde uno puede hacer la diferencia. Disfrutar de lo que se nos da de forma gratuita es impagable, pero a muchos no les importa, no lo entienden y no lo ven así, pero yo he aprendido a verle de ese modo, a respirar profundo, a dejar que la briza se lleve, como digo yo, las malas vibras.

Cuando aun no podía ver lo que ahora veo, sufría por todo, llevaba una carga muy pesada en mis hombros, todo olía a desgracia, y siempre recordaba las cosas malas por las que había pasado, pero cuando pude por fin ver la luz, las cosas cambiaron, la incertidumbre del mañana ya no está. Aun sigo sin saber que pasará mañana, pero ya he entendido que no tengo por qué saber hoy lo que el mañana traerá, el día llegará y será como siempre lo es, otro día más, con todo lo que este pueda traer.

Ya no quiero pensar en que las preocupaciones son la razón de vivir, sino, apreciar las cosas extraordinarias que se nos dan día a día, ¿es que acaso nunca has pensado lo afortunados que somos al tener un sol que nos alumbra cada día? ¿Día tras día? mmmm, si no lo has hecho ya, deberías comenzar a hacerlo para que entendieras lo afortunados que somos, no solo con tener el sol, o la luna o el aire, los árboles, porque si una de estas cosas faltara, ese sí sería un problema, y muy serio, tan simple como que no podríamos existir.

No digo que nos olvidemos de todo y vivamos una vida mágica, e inexistente, irreal, ¡no!, solo digo que enfoques tu energía en aquellas cosas que tienen valor real, construyendo una base solida para todo lo que ha de venir. Modifica tus acciones, se cuidadoso con lo que dices, entrega lo mejor de ti, no esperes nada a cambio, disfruta de lo que es gratis y está a tu alrededor, recuerda que tu vida es única, y diseñada solo para ti, por lo que solo tú puedes vivirla.


Cambiando la Forma de PensarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora