La Maldición Del Pecado Original

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Así fue como se repitió el pecado original. A la vista, un inocente y dulce fruto, por dentro, lleno de maldiciones y consecuencias que afectarán a todo aquel que lo consuma; y así mismo, consumirá su propia alma...

- Ariana, jamás comas del fruto de este árbol -me advertía mi padre cuando era una niña.

- Claro que no papi -respondía.

- Si tan sólo hubiera obedecido mi reino no estaría siendo humillado -.

Desperté de golpe. He tenido este sueño muchas veces: aquel gran roble imponente en el bosque de Teutoburgo, - ¡Haylan! -gritaba en llanto mientras la fuerza de dos hombres me impedía correr hacia él; un violento ejército hace presencia, desde lo más alto del bosque alcanzo a ver el reino en llamas.

Me siento en mi cama y observo alrededor de mi habitación, cada rincón y cada detalle de él. Todo va normal. Suspiré aliviada y reaccioné al golpe de la puerta:

- ¡Princesa Ariana! -dijo a gran voz una mujer.

- Pasa Rayla -respondí.

Rayla, fiel sierva de mi familia y mi nana desde pequeña, entró a mi habitación, se puso frente a mi cama, hizo una ligera reverencia y dijo:

- La reina Lana me ha pedido que la despertase para que baje a ayudarla con los preparativos de la gran fiesta del reino -.

Abrí mis ojos como platos, me levanté y fui hasta llegar al tocador, abrí el cajón y revisé mi agenda.

- ¡No! -susurré.

- ¿Sucede algo princesa Ariana? -.

- Pues sí -bufé y me di la vuelta hacia ella- Pasa que esta tarde me iba a ver con Haylan -me quejé y me senté en mi cama.

Rayla me miró por unos segundos y dijo:

- Princesa -se acercó a mí pasando su brazo por mis hombros- Esta celebración es muy importante en el reino, pero creo que una solución sería que usted hable con la reina y lleguen a un acuerdo -.

- Sí -la miré y sonreí- Gracias, espero logre entenderme -.

- Por supuesto que lo hará princesa Ariana -sonrió y me abrazó.

Rayla salió de mi habitación y preparé mi baño para darme una ducha. Salí de la ducha y decidí ponerme un sencillo vestido color lila con detalles color plateado.

Bajé a donde se encontraba mi madre, toqué su hombro y ella dio un brinco del susto.

- ¡Ariana! -dijo aliviada al ver mi cara- Buenos días cariño -me dio un beso rápido en la frente.

- Madre... -.

- Gracias por bajar, necesito tu ayuda hija -dijo interrumpiéndome- Por favor ve con Gunther a pedirle los escudos decorativos para las puertas del castillo y después ve con Hailee para que te dé el vestido que usarás esta noche en la celebración -.

- Pero madre... -repetí insistente.

- Ariana, ¿¡qué es más importante que el festejo de tu reino!? -dijo enojada.

Di un trago y aclaré mi garganta con un poco de miedo ya que, cuando mi madre se enoja se pone como un verdadero diablo.

- Hoy tengo planes -dije finalmente.

Mi madre me miró fijamente y comenzó a fulminarme con su fuerte mirada, ahora sí la había hecho enojar. Dio un largo suspiro para relajarse y dijo:

- No, Ariana. Hoy no tienes planes -concluyó.

- Madre pero es que hoy voy a salir -respondí desesperada.

La Maldición Del Pecado OriginalWhere stories live. Discover now