A Harry Styles nunca le ha sido tan difícil librarse de uno de los peores enemigos de toda celebridad que se precie: los paparazzis. Para Niall Horan, quitarse de la cabeza a una chica concreta nunca ha supuesto mucho esfuerzo, sobretodo porque ninguna ha conseguido nunca acaparar cada uno de sus pensamientos. Hasta ahora.