Capítulo 12: La cena y una nueva primera vez.

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-Princesa... ven, necesitamos hablar - me llamó mi madre.

-¿De qué? - pregunté, sinceramente con algo de miedo, cuando me acerqué a ella.

-Tú ya sabes de que... - asumió y sin más remedio me senté a su lado, me puse a la defensiva en cuanto tomo una de mis manos entre las suyas - Ay, Valery, no sabes cuánto gusto me da que finalmente hayas entrado en juicio, mi amor... Que bien que ya entendiste que cuando te aconsejo algo es por tu propio bien - me decía maravillada - Hoy en la noche va a venir a cenar Harry Styles...

-Sí, eso me imaginé cuando te vi charlar con él anoche - respondí.

-¿Y no te da gusto? - parecía ofendida con mi falta de emoción - Ese muchacho está muy interesado en ti... Le brillan los ojos cuando te ve... Imagínate si te casas con él, todos nuestros problemas se solucionarían...

-Mamá, entiéndelo, por favor... - le pedí horrorizada con lo que estaba escuchando - Para ti Harry puede ser perfecto, pero para mí no es así...

-¿Por qué sigues empeñada en no darte la oportunidad de conocerlo? Si lo tratas vas a terminar totalmente enamora de él... Te lo aseguro, sólo neces-

-Mamá, uno no se enamora así porque sí - interrumpí.

-¿Qué es lo que le falta a Harry para que te enamores de él? - preguntó - ¿Qué le falta?

-¡Nada! - grité molesta - ¡Seguramente no le falta nada! Pero en el corazón no se manda... No puedo simplemente fingir que me interesa un hombre por el cual no siento nada...

-Pues no sientes nada porque sigues atontada con el musiquillo ese que solo quería verte la cara - dijo, dándome una puñalada en el corazón - Hizo que vaciaras tu fideicomiso y se lo entregaras... Te recuerdo, princesita, que se fue de la ciudad y te dejo aquí como una estúpida... ¿O no, mi amor?

-No, mamá - negué a pesar del nudo que tenía en la garganta - Yo sé perfectamente que hay una explicación a todo esto...

-Por supuesto que hay una explicación - me interrumpió - La explicación te la vino a dar esa muchachita... Ese mequetrefe sólo se dedica a estafar a jovencitas... estúpidas... como tú.

No me molesté en ocultar las lágrimas que volvían a brotar y sin dejar que me dijera nada más, me levanté del sillón en el que estábamos dejándola llamándome para que regresara a su lado. Me crucé con mi nana antes de salir al jardín y ella le dio una mirada de total desaprobación a mi madre antes de salir corriendo detrás de mí.

-¿Y ahora qué fue lo que te hizo tu madre? - me preguntó preocupada.

-Volvió a echarme en cara lo de Luke - la acusé sollozando - Y no sabes cómo me duele, nana...

-¿Qué es lo que te duele? ¿Qué hable mal de él... o que tenga razón? - me preguntó y por primera vez no supe que responder, por lo que ella continuó - Así son los hombres, mi vida, aprovechados, malagradecidos... Bueno, no todos... pero si muchos de ellos.

-Todavía no sé cómo no me di cuenta que me estaba engañando - admití - Como no me di cuenta que me estaba viendo la cara... Que tonta fui... que tonta...

-Es que ellos tienen sus modos - me excuso mi nana - Cuando ven que uno está enamorada, dispuesta a todo por amor... Más se aprovechan...

-He estado pensando mucho las cosas... Y Luke siempre buscaba pretextos para no hablar con mi papá - confesé - Excusas para no enfrentarlo... Siempre se justificaba con que mi familia no lo iba a aceptar... Pero la verdad es que era un cobarde... Me dijo que nos fuéramos de Londres, ¡Y yo le creí! Le creí todo, que quería estar conmigo... Por eso le di el dinero, por eso le creí... Y se fue sin decirme nada.

Bodas de OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora